Uno de los grandes paradigmas con los que seguimos luchando aun cuando aprendemos fuera de la escuela es los aprendizajes preparados con elementos y tiempos artificiales.
Uno de los aspectos con los que más luché al principio fue en el área de las matemáticas. Lo primero que pensé fue ¿cómo le voy a hacer cuando mis hijos lleguen a la edad de las matemáticas complicadas y quieran entrar a la universidad? ¡no tengo la capacidad de enseñar eso! ¡necesitaré contratar un maestro particular! ¿tendré que volver a estudiar?

En las pruebas PISA en América latina tenemos las calificaciones más bajas comparadas con países del norte de América, Europa y Asia sin embargo veo constantemente niños vendedores de chucherías en las calles de mi ciudad, niños pequeños, harapientos, incluso de origen indígena, comerciando sin ningún problema. Saben dar precios y cambios mejor que yo, es decir, todo su día hacen matemáticas a una velocidad impresionante. Entonces, ¿será verdad que como nación somos malos en las matemáticas? ¡claro que no! Nuestros pueblos originarios mesoamericanos han sido famosos por sus grandes aportaciones en temas difíciles como matemáticas, astronomía y física sólo que lo hacemos de otra manera… a nuestra manera.

Las matemáticas son naturales, son accesibles y son útiles todos los días. Los registros humanos antiguos dicen que el hombre desarrolló primero números que letras. Ese mismo descubrimiento natural se sigue presentando en todos los niños, ya que mucho antes de leer y escribir los niños saben decir cuantos años tienen, saben distinguir y separar colores y saben pedir una o dos bolas de helado en la tienda. Todos comenzamos nuestro desarrollo cognitivo con matemáticas pero casi todos les tememos.

Nuestros recuerdos de escuela nos han hecho formar una visión distorsionada de este mundo. La escuela no ha hecho un buen trabajo en esta área.

Cuando los padres hablamos de matemáticas pensamos casi siempre en estos aspectos:
1. Sé muy poco de matemáticas
2. Tengo que hacer mucho material
3. Se necesitan hacer muchas repeticiones para aprenderlas

Después de muchos años trabajando con mis hijos he aprendido que nada de lo anterior es cierto.

El sistema de aprendizaje artificial (escuela) maneja e imprime millones de hojas con ejercicios aburridos que hacen el aprendizaje sin sentido ni profundidad.

Así es como un niño escolarizado aprende lo que es ENCIMA y DEBAJO.

Así es cómo lo puede hacer un niño que aprende fuera de la escuela.

Los dos están haciendo matemáticas pero el significado que está adquiriendo en cada uno es muy diferente.

Este tipo de ejercicios debe contestar un niño escolarizado para aprender matemáticas

Así aprende matemáticas un niño desescolarizado

Todos hacemos matemáticas diariamente pero sin darnos cuenta.
Las escuelas y los productores de material didáctico hacen su fortuna creando actividades obsoletas. Tú puedes hacer esto y mucho más en casa mientras ordenas, preparas comida o haces compras sin perder tiempo en preparar material inútil y/o costoso. Resulta que hoy es obligatorio en México enviar a tu hijo a la escuela para que le enseñen a separar botones, que es una actividad inútil y sin más propósito que aprobar la evaluación de discriminación visual. ¿No sería mejor primero clasificar colores de ropa y luego meter la ropa a lavar?

No importa el orden en que lo hagas, siempre involucra a tus hijos en las labores de la casa. La vida cotidiana de un hogar bien administrado tiene mucha más riqueza y funcionalidad que una clase bien planeada en cualquier aula. Barrer, trapear, lavar trastes, limpiar ventanas, comprar en la tienda de la esquina, regar las plantas, separar la ropa sucia, hacer pares de calcetines, ordenar el refrigerador, lavar la ropa, doblarla, vender galletas, buscar ofertas en el supermercado… todo aporta en un contexto real.

La desvinculación que hemos hecho de las matemáticas con la vida diaria ha sido lo que ha arruinado las capacidades cognitivas y de percepción.

No estoy subestimando el orden de las ideas y la planeación que tienen los educadores escolares en los niños, estoy devolviéndole la naturalidad a todos estos aprendizajes que en aras de hacerlos más eficientes los han separado de una vida práctica, sencilla y conforme al entorno real de los niños.

Veo madres y padres gastando mucho dinero y tiempo en preparar actividades que se pueden hacer en rutinas diarias y productivas. Veo material inútil tirado a la basura o regalado porque se usó una sola vez. Veo madres agotadas porque además de cumplir con todas sus labores de madres también se gastan sus noches haciendo materiales vistosos pero muy costosos en tiempo y creatividad porque luchan con el temor de no cumplir con las competencias que exigen la escuela.
Trabajen juntos, háganlo ligero y sin gritos. Disfruten de su compañía mientras lo hacen.

Prepara actividades divertidas pero útiles para todos al mismo tiempo.
El fundamento que estás poniendo en las mentes de tus hijos será tan fuerte y sólido que después, las fracciones, los decimales y hasta las integrales serán pan comido.

0 comentarios en “Aprender de manera natural o artificial”

  1. JENNIFER MORALES VELASCO

    CECI me encanta todo lo que escribes, coincido totalmente con que el aprendizaje es integral. Tiene dos meses que iniciamos educación en casa y cada vez estoy más fascinada de todo lo que mi hijo aprende día a día. Me preparé un año para poder desescolarizar mi mete antes de arrancar con este proyecto maravilloso, gracias a ello veo un panorama diferente lleno de posibilidades. Cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo. Saludos.

    1. Muchas gracias Jennifer por compartir aquí su experiencia.
      Me alegra mucho saber que están avanzando contentos y con una visión grande de lo que se puede lograr haciendo esto en familia.
      Un abrazo.

  2. Gracias por tu blog, me ayuda bastante a poder volver al aprendizaje natural y sin presiones ya que es una área que lucho mucho y noto a veces el desanimo en mi y en mis hijos, quiero poder hacer mejor las cosas.

    1. Sé que esa es una lucha constante en nuestra mente porque estamos muy acostumbrados a vivir en el sistema que se nos ha impuesto pero una vez que tengas paz y que te despojes de presiones inútiles podrás avanzar con pasos más firmes y el ritmo de la familia tomará su propia velocidad. Un abrazo Yenifer.

  3. Querida Ceci, de nuevo gracias por tus artículos, siempre que los leo me animan a seguir adelante de una manera natural. Estoy a punto de terminar mi primer año educando a mis dos hijas en casa, y ha sido un mar de emociones. Hoy, 10 de octubre miro atrás y veo muchos avances, no precisamente académicos, pero sí personales y familiares, y eso me llena de alegría. Sin embargo, no logro desescolarizar mi mente, ha sido muy complicado y no puedo hacerme a la idea de dejar de dictarle clases a mis hijas a diario, porque siento que el día va a ser perdido o se van a atrasar. A veces hasta he dudado si estoy haciendo lo correcto o si las estoy privando de vivir la experiencia de estar en una escuela. Sin embargo sigo adelante, convencida de que este es el camino correcto a pesar de las dificultades y temores (me desahogué jeje perdón).

    Un abrazo muy fuerte desde Colombia

    1. Gracias por escribir Ma. Fernanda.
      Educar en casa de manera natural y respetando la esencia de cada hijo no significa que aprendan de manera mediocre o incompleta, eso es importante entender. Sin embargo, cuando lo que hacemos esta basado en el miedo entonces la dinámica cambia porque se vuelve inflexible y muy parecida al sistema tradicional.
      No creo que sea dañino que tengas estándares bien claros en tu cabeza de lo que quieres lograr con tus hijas pero siempre filtra estos haciéndote a ti misma preguntas: ¿para qué quiero que mis hijas aprendan esto? ¿creo que si yo no intervengo mis hijas no aprenden? ¿temo que si no aprenden bien no conseguirán empleo? Todas estas dudas son genuinas pero están basadas en el miedo, no en el amor que les tienes. Disfruten aprendiendo. Sean constantes y rigurosas en su trabajo pero amplíen su visión de aprender lo que se les ponga en frente.
      Por otro lado te quiero decir que esta lucha que tú tienes es sana y te va a aportar enfoque así que no te desanimes. Las familias que hemos decidido aprender sin escuela somos muy beneficiadas de estas reflexiones diarias que nos hacen crecer y ser genuinos en los que hacemos.

      1. Muchas gracias Ceci. Me ayuda lo que me dices y sigo adelante. Te cuento que hoy por ejemplo ya tenía planeado un día para hacer algunas actividades académicas, sin embargo mi hija mayor, sin saber lo que yo había planeado para ellas, me dijo que quería construir una casita en madera para pajaritos. Así que sin dudarlo la apoyé en su proyecto y les quedó hermoso! Trabajaron en equipo y lo disfrutaron un montón. Pero sinceramente me cuesta trabajo salirme un poco de esa estructura que nos han impuesto durante tantos años. Pero sea lo que sea nada se compara con ver a mis hijas trabajando en equipo, sin discutir y respetandose sus ideas y aportes.

        Gracias por tus consejos. Te admiro mucho

        1. ¡Qué bonita experiencia Fer! Recuerda que así como has decidido respetar los ritmos naturales de tus hijas en cuanto al aprendizaje, así también debes aprender a respetar los tuyos. Tienes muy poco tiempo en este estilo de vida y no debes compararte con nadie. Aplica lo que sabes, fija tus propios estándares y construye la estructura interna que quieres con ellas.

          1. Maria Fernanda Arce Ramirez

            Sí, tienes razón, la comparación es terrible y creo que es algo que me ha afectado mucho, pero bueno, sé que algún día hallaremos un balance y encontraremos nuestro propio ritmo. Un abrazo desde Colombia!

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