Mi esposo fue el primero que tuvo la idea de educar a nuestros hijos en casa. En ese tiempo a penas estaba embarazada del primer bebe.
Yo era nueva en todo.
Nueva en el matrimonio, nueva en la maternidad, nueva en la cocina. ¡me sentía tan insuficiente!
Cuando conocimos a una familia que educaba en casa quedamos asombrados. Mi esposo me dijo de inmediato -¿no te gustaría que hiciéramos lo mismo?
– ¡Claro que no! – conteste – no voy a criar una hija inadaptada.

En realidad tenia miedo…mucho miedo.

Evidentemente cambie de forma de pensar. Vencí mis temores y nos decidimos por hacernos cargo de la educación integral de nuestros 5 hijos. Ninguno ha ido a la escuela excepto la mayor que después de haber estado aprendiendo sin escuela toda su niñez, hoy estudia una licenciatura presencial en la universidad de nuestro estado.
El miedo puede preservar tu vida pero también te puede hacer perder grandes oportunidades de vivirla mejor.

[highlight type=”dark”]Tuve que vencer el miedo a volverme loca con los niños corriendo y gritando todo el día en casa.[/highlight]
¡Constantemente pensaba si en algun momento terminaría ahorcandolos o ellos a mi! Lo vencí entendiendo que todo tiene su tiempo y su hora. En casa hay momento de comer, brincar y jugar pero también hay momento de limpiar, leer y concentrarse en una actividad quieta. Todo dependía de distribuir las actividades durante el día para que las necesidades de todos fueran satisfechas, incluyendo tiempos para mi de descanso y crecimiento interno. Nadie nace siendo paciente, eso se desarrolla en la medida que entiendes lo útil y favorable que resulta serlo para lograr lo que quieres. Cada hijo nuevo que llegaba a casa traia consigo un requerimiento extra de serenidad y congruencia de mi parte. Entendí que si quería lograr cosas grandes también debía trabajar por ello a largo plazo.

[highlight type=”dark”]Tuve que vencer el miedo a ser una maestra con una pequeña escuela en su casa.[/highlight]
Eso de cumplir con planes de estudio, exámenes, calendarios y preparación de material realmente me aterraba. Lo vencí entendiendo que el verdadero aprendizaje es el orgánico, el que se da de manera natural y sin prisas. Aprendí que los aprendizajes implicados con las tareas comunes de una casa son mas útiles y provechosos que cualquier complicado curriculum de una escuela costosa. Aprendí también que hay muchas herramientas y materiales hechos por otros que son maravillosos para usar en casa y que nunca sería la maestra de mis hijos, siempre seria su mamá y creceríamos académicamente juntos la mayor parte del tiempo. No tenía que saberlo todo, solo tenía que tener la actitud de aprenderlo.

[highlight type=”dark”]Tuve que vencer el miedo a perderme a mi misma.[/highlight]
Entendí que no tenia que olvidarme de mis propios planes o sueños, estos podrían seguir ahí madurando mientras invertía mis fuerzas y creatividad en la empresa más ambiciosa de mi vida. Poner en marcha un modelo educativo creado por mi y hecho justo a la medida de nuestras necesidades y posibilidades. Un proyecto visionario que, si resultaba como lo habíamos planeado, podría aportar tremendos beneficios económicos, sociales y de salud al entorno. Entendí que prefería invertir mi vida en un proyecto propio que hacer rico a otro con mi esfuerzo y emprendedurismo. El proyecto, hasta hoy, va caminando mejor de lo que habíamos previsto y yo soy la gerente ejecutiva de él.

[highlight type=”dark”]Tuve que vencer el miedo a tener hijos “emburbujados”.[/highlight]
Entendí que la verdadera burbuja esta en un salón de clases. Siempre rodeado de los mismos compañeros con las mismas carencias y las mismas experiencias repetitivas de horarios y contenidos: “levántate, corre a la escuela, escucha al maestro, regresa a casa, haz tarea y duérmete temprano porque mañana es exactamente lo mismo”. Entendí que un salón de clases era la verdadera burbuja. La vida real no es como la escuela, esta llena de gente de todos tamaños y saberes, dándote la oportunidad de aprender de todas las situaciones y calificándote de formas más justas que con un numero impreso en un papel.
La burbuja estaba en mi mente también pensando que la escuela era la única forma de aprender algo bien.

[highlight type=”dark”]Tuve que vencer el miedo al fracaso.[/highlight]
– ¿Y si mis hijos no aprenden lo que aprenden todos los chicos de las escuelas?, y ¿si les hacen un examen y reprueban? y ¿si nunca logran aprender a hacer una raíz cuadrada? y ¿si no se saben las capitales del mundo? y ¿si quieren ir a la universidad y no tienen el nivel académico que se necesita?… ¿los estaré confinando a un mundo de fracaso solo por querer buscar experimentar un estilo de vida diferente con ellos? – Entonces pensé: ¿cuándo fue la última vez que a mi me preguntaron en la calle la capital de algún país? ¿me acuerdo de cómo resolver una raíz cuadrada?… de hecho, el día que enseñaron eso en mi salón yo no fui a la escuela porque estaba enferma así que ¡ni siquiera se hacer una raíz cuadrada!. Entendí que no todos los contenidos que exige el plan de estudios son realmente útiles. También entendí que tú, yo y la mayoría de los que fuimos a la escuela tuvimos que aprender un sin fin de datos inútiles para pasar un examen pero que no sirvieron para nada mas. Entendí también que los contenidos académicos no te hacen una mejor persona, lo hace el carácter interno que desarrolles día a día y la actitud que adoptes frente al aprendizaje cotidiano. Entendí que enseñar a mis hijos a hacerse responsables de su propio aprendizaje sería una de las mejores herramientas que tendrían para enfrentar la vida.

Tuve que vencer el miedo….

Lo vencí con la paciencia y dirección de mi esposo que fue un visionario en esto y que me dio seguridad e identidad todos los días con sus palabras.

Lo vencí también no porque sea muy valiente y arrojada sino porque me podría pasar la vida exigiendo a mis lideres e instituciones que cambiaran y mejoraran su labor. Podría seguir culpando a todo el mundo del rezago educativo, de la violencia, y la falta de atención integral para los niños de mi país pero entonces solo sería eso: murmuración, reprobación y reproche, como lo hacen todos. Tenía que dar ese paso de congruencia conmigo misma. Tenia que hacer un cambio interno profundo para dejar de ser un ciudadano normal, común, pasivo y conformista para convertirme en una emprendedora, propositiva y asertiva.

¡Qué mejor manera de criar hijos diferentes!
¡Qué mejor manera de levantar una generación más libre, más sabia y mejor preparada para la vida!

Este proyecto tenía que resultar bien porque TODA YO invertiría todo para que así fuera. El amor a esto derrumbo todo temor.

Nuestros hijos no son la generación del cambio, lo somos tú y yo.

[blockquote cite=”Ronald Reagan” type=”right”]El futuro no pertenece a los iluminados de corazón, pertenece a los valientes.[/blockquote]

0 comentarios en “MIEDO a desescolarizar, el primer enemigo a vencer”

  1. Gracias Ceci por siempre compartirnos tus experiencias, gracias por tu congruencia y gracias porque no sólo eres luz en tu familia, también te has convertido en luz para una comunidad extraordinaria que día a día aprendemos de tí. ¡Qué corazón tan grande Ceci! Un abrazo enorme para ti

  2. Acabo de tomar la decisión de iniciar desescolarizar y tengo esos miedos que describiste de esa manera tan explícita y completa. Estoy tan agradecida que lo compartas es hermoso escuchar a alguien que me de las palabras y ánimo exacto que necesito en estos momentos. De verdad quisera imprimir tu testimonio y leerlo todos los dias que me desanime, o me sienta incapaz de seguir . Mil mil gracias!!!

    1. Me alegro mucho de saber que estas palabras fueron útiles. Animo! Bienvenida a este mundo maravilloso. Te aseguro que no tendrás que imprimir nada mas que un gran letrero describiendo la razón por la que iniciaste este proyecto en casa. La búsqueda de ese objetivo te sostendrá.

  3. Palabras muy inspiradoras y sobretodo muy ciertas. Gracias por compartir esas ideas que ha todas las madres que queremos desescolarizar a nuestros hijos se nos han pasado por la cabeza, y que después de leer esto creo que ya no hay argumento valido para no educar en casa. Dios te bendiga.

    1. Te entiendo Silvia. Los comienzos suelen ser difíciles. Haz lo que puedas sin abrumarte y se constante. Es mejor poco todos los días y mucho un solo día. Pronto ira tomando forma todo. ¡Ánimo!

  4. Jenifer Gonzalez H.

    Gracias por compartir tu experiencia. Tengo cinco hijos y estoy llena de miedo por empezar este proceso, pero me anima saber que hay personas delante de mi y que vale la pena intentarlo. Un gran abrazo. La paz sea contigo!

  5. Wow, Cecilia! Me siento impactada después de leer tu artículo. Desde hace un tiempo que la idea de desescolafizar me ronda por la cabeza… Me enczntaría ofrecer a mis hijos una oportunidad educativa distinta pero me entran mil dudas e incluso me pregunto cómo se yo si soy una mamá capaz de llevar este proyecto de vida a buen puerto. Gracias mil por compartir. Os deseo lo mejor desde Mallorca, una pequeña isla en medio del Mediterraneo. Un saludo a tus 5 hijos.
    Esther

    1. Muchas gracias Esther. Estoy segura que tu intuición maternal sabrá tomar la mejor decisión. Un abrazo hasta allá desde México!!!!

  6. Beatriz Elena Cabrera

    Excelentes palabras son inspiradoras, reales y llenas de amor. Muchas gracias. Con certeza para las familias que hemos iniciado este camino “casi” a ciegas y “volando” por instrumentos es alentador saber que no somos las únicas con estos pensamientos y que somos parte de un grupo de familias esforzadas y valientes. Un bendecido año 2017…y nuevamente gracias.

    1. Laura, me alegra saber que esto que escribo es de ayuda y apoyo a todos aquellos que lo necesiten en este estilo de vida tan emocionante. Un saludo.

  7. Que maravilloso testimonio,lo único que me detiene es que mis hijas quieren ir a la universidad y uno de los requisitos para ingresar es el acta de grado o bachiller.

    1. Johanna, este estilo de vida no impide que tus hijos vayan a la universidad.
      De hecho te recomiendo que leas el testimonio de mi hija mayor. Ella ha escrito dos artículos en mi blog: “A la universidad sin haber ido nunca a la escuela” y “Ana, nuestro primer fruto desafiando al sistema educativo”. La universidad debería ser para todos una herramienta y no el propósito final en la vida de un joven. Mi hija Ana obtuvo las mejores calificaciones de su grupo en el examen de admisión y hoy, después de un año estudiando de manera presencial, sigue demostrando que no necesitas ir a la escuela para aprender y tener competencias. En cada país debe haber manera de conseguir los certificados necesarios, ya sea porque los consigues directamente con las autoridades educativas del estado o porque estas inscrito en algún sistema de certificación a distancia.
      No todos mis hijos están seguros de querer ir a la universidad pero todos están obteniendo sus certificaciones en la medida en que ellos descubren y construyen su plan de vida.
      Aun la universidad presencial esta quedando obsoleta hoy y las nuevas tecnologías se están apoderando de la enseñanza.
      En realidad todo se puede resolver, lo importante es saber que lo que quieres construir en la vida de tus hijos.

      1. Cecilia hoy he descubierto tu blog bueno que te digo!….me parece increíble, y me parece como en un sueño que gente en México también lleve a cabo estos sistemas, porque en verdad pensé que solo en europa se daba jeje….oye me surgió una duda grandota, como es que tu hija Ana ha decidido entrar a la universidad cuando toda su vida ha aprendido mediante un método no dirigido? y más aun si ustedes están conscientes de las grandes lagunas y lo insuficiente/ obsoleta que es ya la educación tradicional y ya existiendo más opciones?
        muchas gracias por leerme 🙂

        1. Cecilia Arévalo

          Hola Leslie. Bueno, lo cierto es que ella pensó que en la universidad su experiencia sería muy enriquecedora. Conocer especialistas en un tema reunidos en un solo lugar y convivir con otros jóvenes que quisieran aprender como ella la entusiasmó mucho. En su primer semestre se dio cuenta de que la situación no era así. Sintió como si le hubieran puesto un freno de mano a la velocidad y profundidad de aprendizaje que ella llevaba. Buscamos otras alternativas pero no logramos encontrar alguna que nos satisficiera, por lo menos que cumpliera con su proyecto de vida. Hoy ella ya está prácticamente a la mitad de su universidad y aunque definitivamente no le gustó lo que encontró sí está aprovechando al máximo lo que el sistema le puede ofrecer. Sus compañeros le piden ayuda para hacer trabajos y para entender matemáticas. Vienen a la casa con curiosidad… quieren saber cómo es posible que alguien que nunca fue a la escuela sepa más que ellos. No se limita a lo que le que le “enseñan”. Tiene claro lo que quiere lograr y todos hemos aprendido a ver esta etapa solo como un requisito para alcanzar una meta más alta.

  8. Luís Ángel Edoardo Navarro Díaz

    A veces en la tenemos miedos hay que Vencerlos para ser mejores personas y vencernos a nosotros mismos De nuestros temores al vencer esos miedos podemos superarnos y saber que tenemos nuevos retos ante la vida y por lo tanto nuestra actitud deve ser positiva ante la vida.

  9. Hola Cecilia, te saludo desde Colombia. Me inspiró mucho leer tu artículo! Soy mamá de 2 pequeñas hijas, en este momento escolarizadas, pero tengo el firme propósito de empezar la educación en casa a partir del próximo año. Estoy buscando información por todo lado, y tratado de “prepararme” y organizarme para este cambio tan drástico en nuestas vidas. Sé que no va a ser nada fácil, pero estoy segura que es el mejor camino, que va a ser maravilloso y muy satisfactorio. Wow! me retas, tú con 5 hijos!!! Cómo haces? Que gran labor!

    Quisiera preguntarte específicamente, qué método has usado? algún curriculum en especial? o qué herramientas me puedes recomendar. Mis hijas están muy pequeñas, una tiene 3 y la otra 6 años, sé que con las dos no podré usar las mismas cosas, es decir, cada una tiene una manera de aprender diferente… Pero me siento como cuando iba a nacer mi primera hija…..no sé por dónde comenzar!!!

    Muchas gracias por tomarte el tiempo de publicar estos artículos que nos ayudan un montón, y gracias también por leerme y ayudarme en lo que puedas.

    Saludos!!!

    1. Hola Maria Fernanda. Gracias por escribir. Creo que te sería muy útil leer otro articulo que anda por aquí que se llama “Diferentes estilos de aprendizaje en casa y por cuál me puedo decir”. Lo primero que debes definir es ¿Qué quiero lograr con este proyecto educativo en casa? ¿A dónde quiero llevar a los míos? ¿Qué es importante que aprendan y por qué? En realidad todos empezamos así…. ¡no sabemos ni por donde! pero si tú y tu esposo establecen las bases del proyecto desde el principio después te será mucho más fácil decidir que material escoger. En realidad cualquier material es útil siempre y cuando sea solo una herramienta de trabajo. Ningún material debe ser la base de su proyecto. Yo comencé con libros comunes comprados en cualquier librería escolar. Hoy casi todo lo que hacemos lo trabajamos por proyectos e investigación. Comienza por apartar una o dos horas del día para sentarte con tus hijas y leer cuentos, hacer trazos, hacer proyectos sencillos de internet, jugar y conocerse. En el mercado hay mucho material útil de tipo Montessori o con ideas innovadoras hacia el aprendizaje pero lo primero es fijar sus metas a largo plazo y después escoger el material.

    1. Hola Elba. En realidad no hay un “mejor programa”. La pregunta clave es: “¿Qué quiero lograr con mis hijos dentro de este proyecto educativo? Si los mandas a la escuela, los directivos deciden por ti. Ellos tienen bien claro a donde quieren llevar a sus alumnos, saben qué competencias quieren que desarrollen y que puestos de trabajo quieren que ocupen. Aquí, en casa, tu tienes ahora toda la libertad de decidir. Lo académico en realidad se aprende muy fácil sin embargo la escuela pone todo su esfuerzo en enseñar lo más fácil. Si tus hijos ya han estado escolarizados yo te recomiendo que pongan énfasis en matemáticas y español. Pensar bien y expresarse adecuadamente es la base de todo. Por la diferencia de sus edades puedes propiciar que cada uno trabaje en materiales o libros adecuados a su conocimiento en matemáticas y español y también hacer muchas actividades juntos de investigación. La intención es que ellos descubran pronto su plan de vida y comiencen a caminar para construirlo. Hoy hay una infinidad de recursos en internet hermosos y gratuitos. Canales de youtube que te explican mucho en poco tiempo. Páginas gratuitas como Khanacademy donde desarrollan a su ritmo y sin prisas. Define primero lo que quieres lograr y estoy segura que el material para alcanzarlo llegará.

  10. Elizabeth Galíndez

    Muchos saludos, inicio el proyecto al término de este año escolar, y si, da muuuucho miedo. Tomo nota precisa de tus ideas, de tu experiencia, me armo de valor a analizar los puntos que describes…. Gracias.

    1. Pues entonces te doy la bienvenida Elizabeth.
      Bienvenida a un estilo de vida lleno de retos, trabajo e inversión, pero también lleno de cercanía con tus hijos, muchos logros personales e impacto positivo a tu entorno.
      ¡En horabuena!

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