Yo he comentado muchas veces ya que he pasado por varias etapas en mi vida con mis hijos en casa. He intentado varios métodos, horarios y actividades. Muchas nos han servido y otras mas las hemos tirado a la basura.
Hay algo que me he dado cuenta al pasar los años y es que en algún momento de la vida de mis pequeños les ha llegado la hora de necesitar convivir con otros “terrícolas” que no sean parte de su familia. Todos, a diferentes edades, han tenido la inquietud de conocer, convivir, tolerar y aprender de otros.
Una excelente solución que hemos encontrado para suplir esto son los cursos de verano que se ofrecen en cada día más lugares. Los hay de todo tipo, precio y tendencia, así que lo único que faltaría sería algunos parámetros para escoger el mejor.
Ninguno de mis hijos me ha pedido ir a la escuela, excepto la primera que ya esta a punto de entrar en la universidad y la quiere hacer presencial, pero sí me han preguntado muchas veces como es la vida en la escuela. Ven en las películas y escuchan conversaciones que activan su curiosidad de la vida escolarizada. En los cursos de verano hemos encontrado una manera eficaz de suplir estás inquietudes en situaciones controladas y por periodos muy cortos.
Aquí te van algunas ventajas que hemos descubierto:
1. Pueden participar de actividades que es difícil que tengan en casa. Alguna vez mis hijos asistieron a un curso de verano en el zoológico de nuestra localidad y definitivamente lo que hicieron allá jamás lo podremos hacer en casa.
2. Pueden convivir con otros niños y personas fuera de la familia. Si les estás dando a tus hijos verdaderas herramientas para la vida como tolerancia, compañerismo, trabajo en equipo y firmeza frente a la adversidad, entonces un curso de verano será como una pequeña dosis del mundo donde podrán mostrar sus habilidades adquiridas en casa. Esto enriquecerá su vida enormemente. Entre más grandes sean, más equipados deben estar.
3. Pueden descubrir algún don o habilidad. Todos mis hijos aprenden música conmigo en casa pero después de asistir a una clínica de música varios veranos atrás, mis hijas mayores han descubierto un mundo inmenso de satisfacción al tocar en una orquesta con otros chicos. Hoy, después de incrementar esa habilidad, han avanzado tanto que han podido participar en varias orquestas juveniles como invitadas y todo sólo por darles la oportunidad de asistir a un campamento de verano.
4. Puedes aprovechar más tiempo con tus hijos pequeños. A veces los mayores están listos para salir a un curso de verano pero tu hijo pequeño aun es muy pequeño para hacerlo. Cuando estamos juntos trabajando en casa reconozco que la competencia entre ellos por tener mi atención es mucha. Cuando llega el verano mis hijos mayores salen y me quedo con los más chicos. Eso me da más tiempo con ellos para poder avanzar, platicar y disfrutar estar juntos con menos competencia.
5. Puedes tomar un buen tiempo de respiro. Si todos tus hijos están en edad de asistir a un curso fuera de casa entonces lo que podrás hacer es descansar al quedarte sola, planear para el futuro, recuperarte de trabajos retrasados en casa, dormir, o simplemente hacer aquello que has querido hacer desde hace tiempo pero no has podido. Este puede ser un buen respiro para ti. La soledad y la quietud son dos cosas de las que podrás disfrutar.
6. Puede ayudar a tus hijos a valorar tu trabajo y amarlo más. A todos mis hijos les ha encantado salir y tener experiencias nuevas pero al final todos llegan diciendo que no cambiarían nuestro estilo de vida por nada del mundo. Tienen nuevos amigos, aprenden cosas increíbles pero regresan diciendo que lo volverían a hacer solo hasta el siguiente año. A mi me da nuevos ánimos para seguir adelante y al terminar esa semana fuera de casa valoro mucho el no tener que someterme a las manecillas del reloj para llegar a tiempo a ninguna parte.
7. Puedes tomar ideas e implementarlas en casa. Yo he visto actividades o materiales que han sido precursores de proyectos que hacemos en casa. Es bueno darte cuenta que hay gente haciendo excelentes aportaciones en todo el mundo y que sólo tienes que tener actitud de colaboración para encontrarlas.
8. Puede darte una dinámica variada en tu planes. Nosotros solemos trabajar prácticamente todos los días del año. No tenemos vacaciones planeadas excepto cuando salimos de viaje y cuando recibimos visitantes en casa. Este estilo de vida nos ha permitido entender que trabajar, estudiar, investigar y aprender es cuestión de todos los días y no debe estar sometido a ningún calendario. Si estamos cansados, descansamos. También así hemos podido aprovechar el tiempo juntos al máximo de manera que puedan estar listos para presentar algún examen de certificación a tiempo. Los cursos de verano fuera de nuestros muros le han dado mucha riqueza a nuestra rutina.
No todos los cursos de verano son dignos de cursase. Debes escoger bien antes de mandar a tus hijos a recibir información fuera de casa.
Hace 10 años no había tanta variedad y competencia entre organizadores de cursos de verano como hoy. En ese tiempo yo ya tenía 4 hijos y había pocas opciones que me convencieran. Como veía que mis hijos tenían muchas ganas de participar en algo así entonces opté por organizarlo yo , y lo hice. De hecho, como nos divertimos tanto, organicé 4 cursos de verano donde en realidad todo estaba planeado para mis hijos pero muchos niños más fueron beneficiados. Hoy no necesitas hacer lo mismo que yo, hay muchas y muy buenas opciones en el mercado. El gobierno ofrece de manera gratuita muy buenas opciones en museos, parques y centros culturales.
Si tu hijo esta listo para salir de casa dedica un día a buscar buenas opciones y listo… ¡a disfrutar!.
Hola Cecilia, de forma concreta, cuáles fueron las características que viste en tus hijos para saber que estaban listos para asistir a un curso de verano? Me imagino que empezar por que ellos te lo pidan o qué tomaste en cuenta tu? Gracias por compartir!
Si Astrid, definitivamente primero esperé a que ellos mencionaran algo. También suelo preguntarles si les gustaría asistir a tal o cual curso y les explico de lo que se tratan. Se cuales son sus gustos y sus anhelos, así que busco temas que se les interesaran. Si ellos me dicen que no quieren, definitivamente no les insisto. Tengo algunos hijos que son muy apegados a mi y otros que no lo son. A los que no les gusta salir mucho de casa no les insisto que lo hagan. Se que si salen sin estar seguros no van a disfrutar de la actividad. Básicamente observo si pueden estar varias horas sin mi, si son independientes en atender sus necesidades solos como ir al baño y cuidar sus cosas, si se pueden mantener firmes en no ceder ante la presión del grupo y si entienden que convivir con otros debe ser enriquecedor y no aterrador o aburrido.