A muchos de nosotros nos ha llevado tiempo decidirnos por este camino de la desescolarización. Ha sido difícil. Los temores y paradigmas de escolaridad sembrados en nuestras mentes desde hace años nos han amarrado a lo convencional y nos cuesta mucho romper con esas ataduras. Si a todos esos temores de nuestra falta de capacidad para hacer esto bien le aunamos la gran presión que ejerce la familia externa sobre nosotros entones ¡estamos fritos!….
Conozco padres que han tenido que discutir acaloradamente sus diferencias con sus familiares. Otros se han tenido que distanciar por largo tiempo y conozco algunos más que han tenido que guardar el secreto de haber desescolarizado a sus hijos con tal de no tener problemas.
Yo he observado algunos puntos en común en todas estas familias, por lo menos en las que conozco, y me he dado cuenta que hay situaciones que se pudieran evitar para que este paso no sea tan difícil.
Aquí les van algunas:
[highlight type=”dark”]Miedo: [/highlight] La primera y la más pesada de todas… el miedo. Tu familia, hermanos, padres, tíos y demás, lo que más sienten cuando saben que tomaste esta “descabellada” decisión es MIEDO. Sus cabezas están tan programadas para escolarizar a los niños que simplemente es aterradora la idea de no hacerlo. ¡Hasta la famosa premio Nobel de la paz, Malala Yousafzai, dice que todo niño debe ir a la escuela! Políticos, anuncios en la calle, libros, panfletos y comentarios en las fiestas concuerdan en la idea de que lo mejor que un padre puede heredarle a un hijo es EDUCACIÓN…. ¿cómo entonces puedes faltar a esa encomienda? Todos estos temores están profundamente arraigados en su estilo de vida y eso … ES COMPLETAMENTE NORMAL. Es decir, esa es la norma de nuestra sociedad: ir a la escuela. ¡Ponte en sus zapatos! La mayoría de los abuelos y tíos quieren lo mejor para tus hijos así que no te desesperes y menos te molestes. Ten paciencia. Permíteles procesar la idea. Muéstrales datos duros, fundamenta bien tus argumentos, no saques el tema a menos que ellos lo hagan y verás que su perspectiva comienza a cambiar a tu favor paulatinamente. Tu familia debe entender que tus hijos SÍ van a aprender, sólo que lo harán en otro entorno y de otra manera. Recuerda que tú tenías las misma dudas hace poco tiempo y aun tienes que luchar con muchos temores internos. Tómalo con calma y no te angusties.
[highlight type=”dark”]Poca constancia:[/highlight] Muchas parejas que reciben rechazo de sus familiares al desescolarizar a sus hijos son padres inconstantes. Ya han tratado de comenzar otros proyectos anteriores, en otros ámbitos, y no lo han logrado porque se cansan, se abruman o se desaniman. Muy probablemente tu familia ha visto que no logras ser constante en casi nada y por eso temen que en esta ocasión te lleves a tus hijos “entre las patas”. Todos podemos fallar y mostrar debilidades en nuestro avance hacia la madurez pero en esta ocasión, si quieres que la gente a tu alrededor respete tu proyecto, debes mostrar mucha fortaleza y constancia. No busques conseguir frutos inmediatos en esto, busca producir frutos a largo plazo. Admite tus errores del pasado y demuestra que este proyecto es tan importante para ti que estás dispuesto a invertir la mayor parte de tu día, creatividad y fuerzas en él. Con el tiempo tu familia se dará cuenta de que hiciste una buena decisión y respetarán tu entereza.
[highlight type=”dark”]Fallas de carácter: [/highlight]Impaciencia, desorganización, ira explosiva, pusilanimidad, complejos y cosas similares definitivamente pueden estar minando tu proyecto y lo pueden destruir. Puede ser que ésta sea la imagen que has estado emitiendo desde hace años y, aunque no necesariamente sea cierta, puede ser la razón por la que la gente no cree que puedas desescolarizar a tus hijos y llevarlos a una vida plena con éxito. No tienes que estar cuidando lo que la gente piensa de ti pero sí debes hacer un análisis profundo de lo que eres en realidad porque cuando educas en casa tus actitudes -buenas o malas- son confrontadas constantemente. La mayoría de las veces la gente no comprende nuestros procesos internos y en realidad no tiene porque hacerlo pero un síntoma de madurez real es la congruencia. No toda la gente va a estar de acuerdo en tus decisiones y tu tendrás que aprender a ser responsable de ellas aunque recibas rechazo. Si este proyecto de desescolarizar a tus hijos es realmente importante para ti, el primer fruto que darás es una inmensa mejora en tu carácter interno.
[highlight type=”dark”]Hijos temibles:[/highlight] ¿Alguna vez has pensado dos veces antes de invitar a otras familias a que te visiten en casa? Creo que la mayoría de nosotros lo hemos hecho. Hay familias con hijos temibles y muchas de ellas educan en casa. Chicos a quien todos les huyen porque rompen, golpean, arrebatan, desordenan, maltratan y pierden cuanto se les ponga en frente. Amigos y familiares te observan todo el tiempo y lo que generalmente pueden pensar es que no tienes la capacidad de darle dirección a tus hijos. Esa es la razón por la que te aconsejan que la escuela sería un excelente recurso para ti y se les ponen los pelos de punta cuando escuchan que has decidido no usar ese recurso. Lo único que pueden augurar para tu familia es fracaso. Por eso es importante que midas tus fuerzas y seas consciente del liderazgo que ejerces sobre los tuyos para saber si es eficaz. ¿Hacia donde los estas llevando? ¿es claro esto para ti? ¿les esta quedando claro a ellos? No tienes que pregonar por ningún lado que eres un buen padre, cuando lo eres en realidad es evidente para todos aunque nunca haya salido una palabra de tu boca.
[highlight type=”dark”]Falta de preparación académica:[/highlight] Muchas veces vas a escuchar: -Pero si no eres maestra ¿cómo les vas a enseñar?- Nuestra mente es tan limitada el día de hoy que pensamos que sólo los que tienen un titulo universitario en el área de la enseñanza son lo únicos que pueden hacer que otra persona aprenda algo. La verdad es que la mayor parte de la historia de la humanidad no ha habido maestros y hemos podido transmitir conocimiento de generación a generación sin problema. Cualquier conocimiento, capacitación, habilidad o certificado; no importa en que área lo tengas, te será útil para enseñar a tus hijos. Yo soy bióloga y te aseguro que todo lo que aprendí me ha sido más útil de lo que me imaginé. El grado académico que hayas conseguido no tiene ninguna relación con los resultados que obtengas con tus hijos en casa, lo tiene tu constancia y diligencia para cumplir con el proyecto.
Cuando tomas la decisión de desescolarizar a tus hijos las caras sorprendidas y los cuestionamientos se volverán muy comunes en tus conversaciones. A veces la gente te felicitará, a veces te rechazará… esto se convertirá en parte de tu vida. En este proyecto serán probados tus fundamentos, tu carácter y tus visión. Alinea lo que sea necesario para que tengas éxito, después de todo quién en realidad va a enfrentar las consecuencias, buenas o malas, serán tus hijos y nada más que ellos.
Es común que la gente que innova y “nada contra la corriente” reciba criticas y rechazo pero la diferencia en el impacto que éstas personas producen descansa sobre el hecho de que siempre tienen una palabra sabia y contundente que contestar, además de una vida congruente que los respalda, en lugar de molestarse y disparar argumentos hirientes a todo aquel que les pide una explicación.
Recuerda… lo que estás sembrando es mucho más profundo que conocimiento académico. Si nada mas buscas eso… mejor déjaselo a la escuela.
Muy interesantee esta aportacion.
Muchas gracias por estas palabras, llevan sabiduría y verdad. Saludos.
Un abrazo