¿Qué tanta importancia le damos a la actitud?

– “Si va bien en la escuela no importa que no se lleve bien con sus hermanos”-
– “No importa si es un irresponsable, si es un buen jugador y nos hace ganar entonces mételo al equipo”
– “Ese joven es un insolente pero hay que soportarlo porque le hace ganar mucho dinero a la compañía”
Estas son frases que podemos escuchar con frecuencia y que demuestran que para la mayoría de nosotros es más importante la aptitud que la actitud.

La mayoría de los padres que han decidido educar en casa me pregunta: “¿Y ahora, con qué empiezo? y yo les suelo contestar: Comiencen trabajando en su actitud.

¿Qué es actitud?
Dicho con palabras muy sencillas, la actitud es la cara que pones frente a cualquier situación.
Cuando te enfermas, cuando trabajas, cuando te piden que hagas algo, cuando te cansas, cuando las cosas no salen como quisieras, cuando te agreden, cuando te regalan un pastel, cuando limpias, cuando te levantas por la mañana… no importa lo que pase, ¿qué cara pones (interna o externa) frente a cualquier situación? Esa es tu actitud.

Tener buena actitud ante las circunstancias de la vida es algo que se aprende a desarrollar en lo interno. Las actitudes son decisiones. Una buena actitud siempre va a estar relacionada con HUMILDAD y la humildad es entender quién eres. La humildad no es ser pobre o vestirte con ropa barata o sentarte siempre en un rincón a comer las sobras de la comida. Humildad es posicionarte en el lugar que te corresponde respecto a los que están a tu alrededor, es decir, entender que eres muy valioso pero no más que los demás ni tampoco menos. Este entendimiento de humildad trae como consecuencia en tu vida DIGNIDAD. La educación tradicional, llámese escuela, pone todo su énfasis en desarrollar aptitudes pero deja completamente de lado las actitudes de tal forma que hoy estamos llenos de tiranos con títulos de postgrado y déspotas especialistas en muchas competencias. Nos debe quedar claro que tampoco es la función de la escuela trabajar con las actitudes de los estudiantes pero la enorme cantidad de horas que la escuela se apropia de los estudiantes les deja muy poco tiempo a los padres para lograr algo al respecto y si a esto le agregamos el poco tiempo que los padres deciden pasar con sus hijos entonces el problema es grave.
Cuando tienes un proyecto educativo en casa esta situación debería ser completamente diferente. Al trabajar primero en actitudes para colocar sobre ese fundamento aptitudes se logra una combinación perfecta y poderosa. Mucho conocimiento y mala actitud sólo trae soberbia y opresión. Buena actitud y poco conocimiento solo trae ganas de incrementar ese conocimiento, ¡ganas de aprender más!.

Hay tres áreas básicas donde la familia pude aprender buena actitud.

• [highlight type=”dark”]Padres y hermanos.[/highlight] No hay relaciones más difíciles y retadoras para un ser humano que tener una buena relación con los padres y/o sus hermanos. Roces, enfados, molestias y faltas de respeto son más frecuentes de lo que cualquiera quisiera. Es un área perfecta para poner en práctica la buena actitud. Es común que la gente a la que más amamos también es a la que más ofendemos o despreciamos. Si tus hijos aprenden a tratar a sus hermanos justo como les gustaría ser tratados es un buen comienzo. Ceder, perdonar, prestar, respetar, escuchar, ayudar y preferirse entre hermanos antes que a los amigos es una tarea que se construye todos los días. Es mejor enseñar esto en casa, que es un ámbito más controlado y seguro, que enseñarlo afuera, donde los ajenos se pueden aprovechar de la vulnerabilidad. Antes que defender a los amigos se defiende a los hermanos. Antes que perdonar a los amigos se perdona a los hermanos. Si tratas bien a un buen amigo también puedes tratar bien a tu hermano. Este territorio de conflicto suele ser el mejor lugar para aprender a lidiar con opiniones distintas a las tuyas y ceder para encontrar la paz. Muchas veces estos sentimientos de cordialidad no van a emerger solos, hay que construirlos, por eso es tan contraproducente poner más énfasis en las aptitudes y la academia, porque ellas solo abarcan un mero conocimiento intelectual de algo pero no el propósito por el que debe hacerse ese algo.

• [highlight type=”dark”]Quehaceres del hogar.[/highlight] Una casa equilibradamente limpia y ordenada –digo “equilibradamente” porque cuando los hijos son pequeños y hay pocas manos que colaboren con el orden de la casa es difícil mantener el lugar como lo imaginamos- es en términos muy objetivos un lugar más productivo, más saludable y más eficiente. Los bebes y los niños pequeños dependen de sus padres para poder suplir sus necesidades básicas pero en la medida en que van creciendo deben ser capaces de suplir sus necesidades y además colaborar para suplir las de otros. Esa es la visión que deben tener todos en casa: aportar para el bien común. Los mayores siempre ayudan y protegen a los menores, los más fuertes son los que hacen el trabajo más pesado, los que saben más son los que también tienen más responsabilidad. Colaborar en casa cuando no se comprende el panorama completo es un verdadero fastidio, por eso cuesta tanto tener buena actitud cuando hay que ayudar. Siempre los padres pagaran un doble costo al enseñar actitud en el trabajo de la casa pero la recompensa es 10 veces mejor que si no lo hicieran. Seguir instrucciones sin enojarse, hacer un trabajo completo y de buena calidad y sin tardanza es lo que se debe buscar siempre que pidamos algo. Al seguir una instrucción todos deben cumplir haciéndolo CONTENTOS, COMPLETO Y PRONTO.

• [highlight type=”dark”]Aprender algo nuevo.[/highlight] Hay cosas que los niños.. . o los adultos, no quisiéramos aprender. Chino, costura, hacer buena letra, matemáticas… sin embargo lo que en realidad hay detrás de esta apatía es mala actitud. No quiero que te confundas con este comentario, no estoy hablando de forzar dictatorialmente a tus hijos para que cumplan con estándares inútiles, estoy hablando de que la inmadurez propia de un niño a veces no le deja ver todo lo maravilloso que puede ser algo si tan solo le da la oportunidad de aprenderlo. Muchas veces he planeado actividades para mis hijos que al principio les parecen de lo más aburridas y comienzan a quejarse porque no las quieren hacer pero cuando hablo con ellos y les pido que le den una oportunidad y lo hacen ocurre algo mágico… al final terminan encantados y agradeciéndome lo que hice por ellos. No siempre pasa igual pero al final habrá la gran satisfacción de haber intentado algo nuevo poniendo buena cara y decidir con objetividad que no les gusta.

3 áreas distintas, 3 recursos muy cotidianos pero 1 solo objetivo: Construir actitud para después buscar aptitud.

Mis estándares son muy altos, ¿cómo has decidido que sean los tuyos?
Enséñales a tus hijos lo que de verdad crees que es valioso, lo que te hubiera gustado a ti aprender a su edad para que hoy pudieras tener éxito en lo que haces. Eso es lo que yo hago, indague en mi interior y evalué con humildad qué herramientas me brindaron mis padres y me han servido hasta hoy y qué herramientas necesite que ni ellos ni la escuela me dieron pero que yo sí se las puedo dar a mis hijos.
Esta comprobado que los hábiles no son los que llegan al final, son los perseverantes y la perseverancia es una actitud del corazón y la mente.

Estoy segura de que se vienen a tu mente muchas imágenes de personas que conoces que tienen muchos conocimientos pero pésima actitud. A mi de pronto se me vinieron imágenes de muchos de los políticos de mi país…..
Una persona con muchas aptitudes pero una mala actitud es igual que el ruido de una cazuela siendo golpeada por un palo en medio de la noche. Es molesto y agotador.

Una buena actitud ante la vida es lo que debemos buscar desarrollar todos… eso es lo difícil de aprender.
Con buena actitud las matemáticas son “pan comido”.

0 comentarios en “¿Actitud o aptitud? ¿Dónde debo poner el énfasis cuando educo en casa?”

  1. Muchas gracias Cecilia. Muy auspicioso en estos momentos. Me hace recordar una enseñanza de una persona muy especial: “una cosa es ser buena gente y otra cosa es tener buen corazon”. Los buena gente te muestran una cara para quedar bien., los de buen corazon se esfuerzan por eliminar de si mismo la basura q ensucia su mente y su corazon… muy importante ejemplo q debemos dar a nuestros hijos. TENER BUENA ACTITUD.
    Muchas gracias y un saludo desde manizales colombia

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